¿Es extraño que me guste una precuela?, una precuela de un manga que en verdad
nunca me cautivó por su sobre fanatismo, en verdad es curioso como un manga
lleno de exuberancia argumental puede darle frente a una obra supuestamente más
balaceada en su trama como su secuela. Hoy mis queridos amigos, hablaremos sobre el manga precuela de Shingeki no Kyojin: Before the Fall.
Siendo sincero, los mangas con temática o estilo de supervivencia no es el género
al que soy más adepto, pero hay algo que tiene Before the Fall que me engancha
de tal forma que dicho sea de paso me provoca euforia, aunque debo revelar que
este manga me empujó indiscretamente a ver su secuela homónima. Quizás, el
esperar un mes para ver Shingeki no Kyojin no es tan tortuoso como esperar la afluencia
del próximo capítulo de Before the Fall.
Pero bueno, siendo justo hablaremos ahora de lo que nos compete. La trama
de Before the Fall, parte de la premisa inicial de un periodo antes de la creación
o uso del equipo 3D usado por el equipo de reconocimiento para confrontar a los
imbatibles titanes, criaturas de apariencia humanoide y de enorme tamaño, con
un gusto grotesco por consumir a los pocos humanos que a un existen
interinamente dentro de unos enormes muros llamados Maria, Rose, Sina.
Nuestro protagonista, tiene la desdicha de nacer en un momento de altísimo
conflicto religioso, lo que lleva a una leve revuelta en donde su madre que aún
lo tenía en el vientre –aunque ella se encontraba en un estado atroz por la
muerte de su marido– decide abrir junto con un número de seguidores religiosos
de los adoradores de los titanes, la puerta que conectaba ese mundo comprimido
con el mundo real, habitado por grotescas amenazas. Y en dicho momento, un titán
ingresa a la ciudad comiéndose a cada miembro perteneciente a los seguidores de
los afanados titanes trayendo consigo obviamente la muerte de la madre del
protagonista.
Sin embargo, para suerte del protagonista, el titán que comió a su madre la
vomita ya que los titanes no tienen estómagos para ingerir alimentos por lo que
ellos comen a los humanos por mero placer (lo que a mi parece es extremadamente
bizarro, si se me permite decir). Y al instante de que el cuerpo de la madre
del protagonista fuera vomitado de la boca disforme del titán, ella
completamente muerta expulsa de su cuerpo sin vida un bebe, que se seria
conocido como Kyukuro que significa hijo de un titán.
Sinceramente me gusta más este manga por la sencilla razón, que este manga analiza
ciertas cuestiones que dejaron de lado en la línea de tiempo primaria o
genuina, especialmente con Eren Jager, ya que Kyukuro complementa esa enigmática
duda sobre ser o no ser un titán (aunque éste sólo lo era en un sentido metafórico),
vemos los conflictos por ser considerado no-humano, las desdichas que tuvo que
enfrentar a lo largo de su existencia, y también su postura sobre la vida y lo
que es realmente importante para él. Pero, con Eren Jager no vemos esta transición
ya que la mayor parte de su vida vivió como un humano corriente sin enfrentar la discriminación y ser tachado como un no-humano
y, aunque Eren perdió a su madre a muy temprana edad y de manera traumatizante,
kyukuro no tiene a nadie lo que se refleja en un vacío de desconocimiento total,
lo que lo lleva a aferrarse a las personas que ama y aprecia porque para él eso
es lo único valioso para proteger.
Y huelga decir, que aunque Eren se transformó en un titán real lo que
Kyukuro no era, esto no implica que Kyukuro sea menos personaje que Eren, al
contrario es más profundo a mi parece porque su completa ignorancia lo lleva a
desconocer concepto como la vida o la muerte, lo único que conoce a cabalidad
es su nombre y lo que significa.
Por esto, les exhorto a leer dicho manga, porque sé que detrás de una gran
secuela siempre abra una magnifica precuela; y éste mis queridos amigos, es un
claro ejemplo de lo que digo, un claro ejemplo de lo que la creatividad puede crear.
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