Si se puede decir, es un honor
reseñar una de las obras del afanado dibujante y escritor Naoki Urasawa, yo
desconocía totalmente sobre esta mente maestra pero para mí grata suerte, tuve
la dicha de conocer su obra más conocida que es Monster, una obra de puro psicoanálisis
y tan profunda como cualquier filme de Hollywood; a quien engaño, ¡si la mitad
de los filmes de hollywood fueran como ese manga!, yo iría todos los días al
cine.
Pero haciendo un poco de historias
sobre su segunda obra más reconocida que es 20th Century Boys, que
es un seinen en toda la regla a mí entrever. Un manga tan saturado de
referencias musicales que parece una orquesta o una oscura oda a las décadas
del 60, 70 y 80 del siglo pasado.
Aunque si me lo preguntan, los
factores que hacen interesantes a este manga, es la historia tan entretejida,
una historia dotada de personajes tan complejos que llegan al punto de parecer
completamente humanos. Sin embargo, si se debe recalcar algo, es la forma tan
fluida de como Naoki Urasawa cuenta su historia, como narra su obra tan milimétricamente,
que hace que cada pieza que al comienzo parecían confusas se vuelvan
completamente claras, un ejemplo lucido de lo que digo es su increíble antagonista que me genero mucho dolores de cabezas y golpetones contra mi teclado por
saber su identidad.
argumento.
kenji Endo, el
protagonista. es el encargado de un pequeño supermercado en Tokyo, en donde
este prominente campeón vive con su madre y su sobrina Kanna, la hija de su
hermana, la cual dejó a su hija al cuidado de su madre y su hermano, tiempo
antes de desaparecer.
Pero bueno, la historia detona
cuando nuestro protagonista Kenji asiste al funeral de un antiguo compañero
de primaria, Donkey. Y, no sólo nuestro prominente protagonista asiste al
velatorio, sino también sus ex-compañeros de colegio, los cuales de golpe y
porrazo relaciona la muerte de Donkey con otras extrañas muerte que asolan a la
región, las cuales están relacionadas con un extraño símbolo, un símbolo que el
propio kenji relaciona con su pasado. dicho símbolo fue creado por kenji y sus
amigos como un juego infantil en el que ellos salvaban al mundo, y dicho símbolo
hoy, es la marca de una secta con intenciones desconocidas y liderada por un enigmático
sujeto que se hace llamar, "Amigo".
Opinión personal.
Es extraño como las historias más
simples pueden ser las más complejas del mundo, si se le entrega el enfoque
adecuado. Muchos críticos mencionarían de gramo a gramo cada facción, elemento
o proporción de la historia. Pero yo, me centrare en las dos cosas que me
llenaron de la historia, que es el antagonista y el protagonista.
el antagonista,
"Amigo". Es el vivo ejemplo del mesías mesiánico, un ser dotado de un
poder de convencimiento monstruoso, que ocasiona con su fraseología y metodología
un delirio incontrolable en quienes los siguen. “Amigo” no es más que, un falso profeta
que busca de manera inconsciente el caos, porque muy en el fondo él es un
villano, pero que el fanatismo religioso hacia su persona lo vuelven en un ente
de cambio y de nuevo orden mundial, como si tratase de una versión resumida y
personificada del nazismo.
Ahora nos toca hablar del
protagonista. A lo que a mi concierne, kenji Endo es un vivo ejemplo de lo que todos somos y alguna vez fuimos, su
personalidad arrolladora, sus actitudes valerosas, su carácter de nunca
rendirse a la adversidad. Atributos que son el vivo ejemplo de la juventud pero que con el transcurrir
de la historia vemos como Kenji deja de lado sus sueños y a contraposición su obstinación,
para sedimentarse en su trabajo y al mismo tiempo a su familia, una acción
completamente opuesta a su actitud de rebelde avasallador que mostraba al
comienzo de la historia o más bien, en sus flashback. Por eso Kenji es un
protagonista sin igual, un protagonista que evoluciona y no se estacan en la monotonía
literaria.
Por eso, si quieren un manga en
el cual invertir horas tras horas de su tiempo, con el sólo motivo de resolver
los enigmáticos misterios que lo competen. Yo, con total sinceridad le aconsejo
este manga sin dudarlo, porque sé que tendrá el mismo efecto que tuvo en mí, en
todos vosotros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario