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domingo, 26 de junio de 2016

Koe no Katachi





                                                                                                     


Señores, no es de extrañar mi fascinación por el anime y el manga, no obstante viendo obras de este calibre emocional (como la presente obra que será reseñada) no me queda dudas que me falta aunque sea 20000 tomos de One Piece para sentirme completamente satisfecho con esta grata afición. Pero que se puede espera de un mundo tan amplio como: “el  manga y el anime”.

Hoy les  traigo un manga que para mí, me hizo llorar como una mujer desconsolada y abandonada en el altar. Esta obra se llama: Koe no Katachi de Yoshitoki Ōima. Lo sé, es un nombre difícil pero que vale la pena aprenderse cada prefijo, sufijo y lexema que le compone.

Pero bueno, no me gusta hablar y hablar y… “no llegar a nada”, por lo que creo que es el momento de hablarle sobre este intento de arma lacrimógena impresa en papel.


Argumento.

Esta obra comienza con la vida de Shida Shōya, el galán del cuento. En un difícil día, un día en que este decide tomar la decisión más significativa de su vida, suicidarse. Pero antes de cometer tal locura, el renuncia a su trabajo de medio tiempo, también hizo su carta de suicidio dejando entre sus hojas, un dinero para su madre (por todo los problemas que este le genero), todo lo que cualquiera haría en su momento más oscuro e irrevocablemente planeado. Pero aunque él había ideado cada mínimo detalle que haría en su último día en la tierra aun quedaba algo que debía hacer, algo que le generaba vergüenza y miedo. Y eso era disculparse con Nishimiya Shōko, una chica a la cual éste le hacia bulling, y que es el foco central de los demonios del protagonista.

Ya en este punto, podemos ver una transición de tiempo, en que nos muestran el conflicto de Shida y Shoko en su juventud o mediana niñez. Shida era el chico busca-pleito de su aula, y un adicto terminal a las pruebas de valor y las tonterías sin remedio. Tales atributos lo volvieron en arrogante y narcisista, a tal punto que no toleraba a la compañera recién ingresada que era Shoko, una chica sorda que apenas podía comunicarse con el lenguaje de señas. Y esa realidad, genero además de una gran impresión en Shida, una gradual aversión, al no poder comunicarse correctamente con ella.

Y así, comienza el temido bulling contra Shoko por parte de Shida y sus amigos. Le escondía sus utensilios escolares, sus aparatos auditivos, sus sandalias, todo para molestarla y ver su reacción. Pero al final, nada pasó... porque ella no se molestaba en absoluto, porque ella inocentemente quería hacer amigos.

Y un día, Shida enloqueció por un acto de gentileza malentendido por su parte, y éste agrede físicamente a Shoko. Causando luego de esa pelea, que ella cambiara de escuela (por razones obvias). Y algo extraño paso luego de su ida, el odio que él había sembrado en el corazón de sus amigos, un odio expresamente para Shoko comenzó a mangonearse hacia él.

Y bueno, recuerda que hace un momento mencioné que Shida quería suicidarse, la razón principal era por el odio de sus compañeros de aula, un odio que prevaleció hasta la secundaria. Y nuestro protagonista, no podía aguantar más, por lo cual decide hacer un acto cobarde y socarrón algo que no iba con su antiguo yo, pero el daño progresivo atreves del tiempo ya había ocasionado efectos en su psique y su temperamento.

Así que, volviendo a la realidad. Shida va a la escuela en la que estaba ingresada Shoko, para disculparse y luego de ahí… comienza la exorbitante y emocional historia.

Opinión personal.

Si me lo preguntas, es una gran historia, mejor que ciertas obras que tocan la vida escolar y solo la definen como acariciar tetas y manosear culos. La forma que nos muestra el maltrato escolar, el bulling y la influencia social partiendo de una edad tan “inocente”, es convenientemente sagaz. ¿Por qué? se preguntaran, simplemente por abordar la vida del abusador y la abusada, que para mí es una dinámica esplendorosa, ver la incapacidad de comunicación de Shida y la actitud pasiva hacia la agresión de Shoko,  me demostró que es el detonante de la incomprensión y el rechazo, y eso es la falta de comunicación y expresión emocional, que lastimosamente no tiene una solución tan rosa como este manga, pero quién sabe si un futuro muy lejano, la suerte le sonría a la humanidad.

Por lo cual, termino mi reseña… pidiéndote, aconsejándote, y sugiriéndote que si tiene un minuto o dos, dale una ojeada a este magnífico manga, porque sé que, si a mí me toco, igual a ti mi querido amigo.

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